Vos te vas caminando, a esperar el colectivo ponele.
Yo corriendo voy, me detengo unos metros antes y grito tu nombre.
Sonrío, volteas y sonreís.
Soltas un lagrima, corremos y me abrazas, y te abrazo.
THE END.
Y sí, a veces las palabras no sirven de nada, a veces solo justificamos situaciones al puro pedo. A veces un abrazo de cien años es el remedio que te permite no volver a resfriarte más. El estar con la persona que te hace feliz es lo mejor. Es mejor que tener un diez en matemáticas, es mejor que irte de vacaciones a Miami. Porque esa persona con un abrazo te da todo lo que te hace bien, pero bien de verdad. Algunos solo estan de novios para no sentirse raros con la sociedad y nada más.
A ver, yo si tendría novia sería muy protector, pero no al excesivo. Lo que pasa es que no todas las minas son iguales y hay algunas con las que crees que vale la pena estar pero no es así. Una mina que quiera estar conmigo sin importar el tiempo, una que se ría conmigo, una con la cual pasear por la vereda de un parque con una Aquarius, de la mano charlando de lo que vamos a hacer el fin de semana, uo qué novia ¿no?
Ojalá fuera real, el punto está en dejar serlo realidad, no hacerlo. Solo dejar ser al mundo lo que es, el destino existe y hace tropezar a las personas unas con otras. Por eso si le tiras los libros a una chica por error en un pasillo de tu colegio, no dudes que es tu amor de verdad.
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