Tengo la idea pelotuda de que si hay una persona perfecta en el mundo, le compro los derechos reservados y lo hago mi amigo.
Pero no, la vida es tan injusta que te caga todo. Igual, de entre la maquina de los peluches siempre va a haber uno que cada cien años no se va a quedar con el peso y va abrir sus felpudas manos hacia los tentáculos de hierro para ser la nueva compañía. Y es así, a veces los amigos fallan y un peluche se transforma en el único ser con ojos de plásticos para hablarle de todos tus problemas.
Es difícil encontrar amigos que no salgan con la mina que te gusta, es difícil encontrar amigos que no vivan para avergonzarte frente a los demás, es difícil encontrar amigos que acepten tus condiciones. ¿O no?
No se, pero algunas películas describen a los amigos como aquellos que se juntan a almorzar, que se ríen de cosas graciosas y no ofensivas, que la pasan bien y que son leales. Pero las películas son dos o tres horas de pura imaginación plasmada en una grabación.
No encuentro a nadie que no me cague la vida, no encuentro a nadie que no hable de mí sin que yo sepa y que lo haga mal, no encuentro a nadie que de verdad me escuche y solo se lo reserve para nosotros dos, estoy en un barco en el medio de una tormenta, con una brújula de mierda que no me ayuda a encontrar nada.
Pero no importa, la tormenta va a parar y yo me voy a bajar de esta nave acuática porque el agua me marea y porque voy a encontrar a esa persona. Y además, voy a ser esa persona con alguien más, con alguien que de verdad valga la pena decir amigo.
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